O título, obra de Sebastián Vázquez, expón unha vía alternativa do Camiño que tería en Camariñas a última etapa.
Este xoves, 27 de agosto, o Museo do Encaixe acollerá a partir das 12 horas a presentación do novo libro do escritor Sebastián Vázquez ‘El Camino de Santiago y el Juego de la Oca’, no que detalla un itinerario alternativo ao Camiño Inglés no que o peregrino, despois de chegar a Santiago, remataría en Camariñas pasando por Muxía.
O autor adianta que “el objetivo de esta guía es ayudar al peregrino a que su experiencia en el Camino sea más profunda y completa, desarrollano un camino como el de la resurreción que es de los más desconocidos por la gran mayoría de peregrinos y fue casi olvidado”.
A alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, incidiu en que “o noso obxectivo non é ser fin do Camiño, só queremos ver a posibilidade de destacar Camariñas como un destino especial dentro deste itinerario que permitirá ao peregrino chegar ao ‘paraíso’ e completar a súa experiencia vital, a base
do Camiño”.
Puntos chave
Neste libro amósase o Camiño a partir dun código, o xogo da Oca, que tradicionalmente foi vencellado a este. Unha das ideas principais que o autor presenta na obra é que o Camiño consta de 14 etapas, mesmo número que o Via Crucis e que os días que van desde a lúa chea ata a nova, sendo 14 os meses lunares dos que consta o Camiño.
O xogo ten 62 casillas, 13 ocas e unha última chamada o Xardín da Oca polo que o autor fala de 63 casillas e 14 ocas. Esta última sería Camariñas, a fin do percorrido. A casilla de saída sería Col du Somport, o inicio do Camiño Inglés e a curiosidade e coincidencia reside en que hai elementos do xogo como as pontes ou a cárcere nos que a etapa correspondente coincide con lugares que contan con esa simboloxía como Puente de la Reina de Jaca (casilla 6), Puente de la Reina (casilla 12) ou a cárcere en
Sarria (casilla 52).
Camariñas, o paraíso
Para iniciar o Camiño da Resurrección, despois de saír por Santiago o peregrino pasarase por Padrón, Noia, Fisterra e chegarase a Muxía. Alí, ademais de atoparse coa traslatio de Cereixo e a igrexa de San Julián de Moraime, baixará ata o santuario da Barca onde se atopa a pedra de abalar.
Cuenta Sebastián Vázquez en el libro que “justo en ese lugar se produjo el encuentro entre Santiago y María y, según la leyenda, ella venía justo de enfrent, en donde se levanta la ermita de la Virgen del Monte en Camariñas, prueba de ello son las huellas de sus pies que se conservan en una piedra frente a la ermita. Por mar son apenas cuatro kilómetros los que separan ambos puntos. Por tanto el peregrino regresará sobre sus pasos y llegará a Camariñas para acceder, por fin, al Jardín de la Oca”.
O autor aporta máis argumentos para soster a súa tese de que é en Camariñas onde acaba o Camiño da Resurrección. Entre outros son:
“Por eso el lunes de Pascua para celebrar la resurrección del Señor se sube hasta su ermita a la Virgen del Monte en procesión. Y por eso la Virgen patrona de Camariñas es la Virgen del Carmen, un nombre que viene del árabe al karmel, que significa ‘el jardín’ y cuyo culto proviene del Monte Carmelo en Tierra Santa. Este es el Carmelo del Peregrino: el ‘Jardín de la Oca’. Recordemos que en las culturas de Oriente los jardines eran la representación en la Tierra del Paraíso al que accedían los justos después de la muerte”.
“Volviendo a la ermita, en el altar hallará una pequeña figura sedente de la virgen con el niño de la cual se ignora la procedencia. En su mano derecha porta una piña. Este es en el cristianismo el símbolo sagrado del conocimiento de que significa la unión entre cielo y tierra”.
“En la iglesia de San Xurxo, el peregrino debe detenerse en una imagen clásica en el Camino: la de san Roque. Podemos ver en ella detalles que merece la pena destacar. San Roque, además del perro
que tradicionalmente porta el pan, tiene a su lado un ángel que lleva una copa que, claramente, alude al vino. Y el vino alude al alimento de la resurrección. Además, San Roque tiene en el sombrero las dos
llaves con las que se representa a Sa Pedro; es decir, al peregrino que se nutre ya con el cáliz de la resurrección, se le conceden las llaves de la entrada al paraíso, el Jardín de la Oca”.
“Destaca también en la iglesia la talla de Santiago. Esta imagen tiene la curiosidad de que luce no una ni dos conchas en su atavío, sino cinco. Llama la atención también el gran libro cerrado que tiene
en su mano derecha. Desde la perspectiva del buen saber ese libro es un mutus liber que peramenece cerrado solo para quien no sabe leerlo. Para el peregrino que ha llegado hasta aquí es ya una posesión que forma parte de él. Las conchas nos recuerda al trifuno que significa vencer a la segunda muerte y convertirse en una estrella de cinco brazos que los egipcios llamaron seba y tan frecuente de ver en los techos de sus tumbas”.